El proyecto beneficia a estudiantes, profesores y comunidades de zonas desatendidas que carecen de infraestructuras educativas adecuadas.
Las actividades incluyen la realización de evaluaciones de necesidades, la planificación y ejecución de proyectos de construcción o renovación, la obtención de materiales y equipos, y la participación de las comunidades locales en la ejecución de los proyectos.
Donaciones de materiales de construcción, mano de obra voluntaria, asociaciones con empresas de construcción o proveedores, y colaboraciones con las autoridades educativas y el gobierno local para obtener aprobaciones y apoyo.
Desde su creación, el Fondo de Educación para Infraestructuras Escolares ha renovado 20 aulas, equipado 10 bibliotecas con libros y ordenadores, instalado instalaciones sanitarias en 15 escuelas y mejorado las condiciones de aprendizaje de más de 5.000 alumnos.
Las personas interesadas pueden ofrecerse como voluntarios para el trabajo de campo, participar en eventos de recaudación de fondos, hacer donaciones para apoyar los esfuerzos de conservación o difundir información a través de las redes sociales y la divulgación comunitaria.
Colabora con escuelas locales, asociaciones de padres y profesores, líderes comunitarios, organizaciones sin ánimo de lucro y empresas patrocinadoras para maximizar el impacto y garantizar la sostenibilidad de los resultados de los proyectos.
La causa destina fondos a apoyar la educación mediante becas y la mejora de las infraestructuras escolares.